

El presente boletín académico titulado “Sobre los comienzos del
Álgebra Abstracta”, se presenta a la comunidad educativa de la Institución Educativa
“22 de Mayo”, a los estudiantes,
docentes y padres de familia, con el fin
difundir el valor del algebra, llegando a ser una disciplina que nació de la
práctica o vivencia real, al final constituyéndose en lo abstracto,
relacionándose fuertemente con la geometría. Además presentamos algunas
curiosidades para que los estudiantes puedan diferenciar los números, darles el valor y sentido común de acuerdo a
sus características que presentan como: números primos, números perfectos,
números abundantes, números deficientes, o defectivos, números amigos,
números sociables, números gemelos, números
poligonales, el número áureo, el
número e, el número π y algunas enigmas del número 23 y
7, que a lo largo de la historia estaban ligadas a ciertas situaciones de casualidades que trajeron una utilidad de
mala o buena suerte. Además se desea
plasmar y fortalecer las capacidades de utilidad y cálculo, de los diferentes
números que de acuerdo a sus características fueron clasificados y nombrados, en
cierta medida también la de potenciar el bagaje cultural y conocimiento matemático de nuestra comunidad
educativa.
En definitiva, entender que
la matemática es la base de su didáctica, la forma en que se construye el conocimiento matemático es una fuente
imprescindible a la hora de planificar y desarrollar su enseñanza, es por ello
el entusiasmo de nosotros como docente, preocupado en el aprendizaje de nuestros
estudiantes.
Esperando que los
estudiantes saquen el máximo provecho posible de este presente material y
entender que la matemática es y será una ciencia exacta que está ligada totalmente
con la sociedad en que vivimos.
El autor

A comienzos del siglo
XIX el álgebra se entendía como la manipulación y resolución de ecuaciones. La
única finalidad del álgebra era la obtención de reglas de manipulación de
ecuaciones y la asignación de valores numéricos que las verificaran, así como
el estudio de las condiciones que pueden controlar la existencia de relaciones
entre tales valores numéricos.
Las operaciones elementales se
realizaban eligiendo más o menos inconscientemente los pasos que parecían más
correctos o apropiados. Las reglas que apoyarían tales pasos de cálculo y
manipulación permanecían ocultas. No se pensaba conscientemente que el
explicitar tales reglas pudiera ser algo fundamental para el desarrollo del
álgebra o la aritmética.
Se hablaba de la Matemática como la
ciencia de la cantidad, sin poder asumir de una forma clara y coherente la
existencia de cantidades negativas de las que se decía que representaban “algo
menor que nada”, y que aparecían “al restar una cantidad mayor a otra menor”. A
fin de que el Álgebra quedara fundamentada como una ciencia, los matemáticos
anteriores la habían reducido a aritmética universal, aceptando los signos más
y menos únicamente como signos de operación.
Los años comprendidos entre 1830 y 1930
vieron un desarrollo espectacular del Álgebra y, también, de la Geometría.
Hacia el comienzo del siglo XX estos cambios habían ya originado una diferente
visión general de la matemática, que tendría una clara incidencia en el
desarrollo de la lógica matemática.
No fue, en efecto, hasta la publicación
en 1830 de la obra On Treatise on Álgebra, del inglés George Peacock
(1791-1858) cuando se vislumbró por vez primera la necesidad de formar una
tabla que abarcara las leyes del Álgebra estableciendo las propiedades que
tienen lugar en su aplicación, y la necesidad de obedecer estas reglas de forma
consciente en los pasos de manipulación y cálculo.
Peacock, en el mencionado tratado de
Álgebra, y del que se publicaría una segunda edición corregida en 1845,
adelantó la idea de que el Álgebra es una ciencia deductiva, lo mismo que la
Geometría. Ya en esa misma época, año 1837, su colega William Whewell (1794-
1866) publicó Mechanical Euclid, donde
presentaba la Mecánica newtoniana como una ciencia deductiva con base en la
Geometría de Euclides. El planteamiento de Peacock se basaba en dos aspectos
clave:
a) todos los procesos del Álgebra se
fundamentan en el establecimiento de un cuerpo de leyes y de sus
correspondientes propiedades, no pudiéndose utilizar propiedad alguna para una
determinada operación si no hubiera sido previamente establecida, o bien si no
hubiera sido deducida desde las propiedades previamente establecidas,
b) cada operación establecida mediante
un símbolo propio queda definida por una lista de propiedades o leyes, específicas
para tal operación, que delimitan la forma y aplicación de la operación.
Estas ideas conformaron lo que se
comenzó a denominar Álgebra Simbólica y Álgebra Abstracta, y la influencia de
estos planteamientos permitieron la creación de nuevos sistemas, nuevas
álgebras, no diferentes del álgebra elemental, pero ahora concebidas como
sistemas abstractos aplicables a entidades que obviamente pueden ser diferentes
de los conjuntos numéricos habituales. Así, podemos considerar la propiedad
conmutativa, la asociatividad o el carácter simplificativo de ciertas
operaciones sobre conjuntos numéricos, como ocurre para la adición o la
multiplicación en ciertas condiciones, y su utilización sobre entidades
diferentes como vectores, matrices, etc.
Este proceso desembocó en Gran Bretaña
en una gran actividad en álgebra y lógica, en los años que siguen, apareciendo
obras de gran importancia en el campo, como, en 1847, el extraordinario trabajo
de George Boole (1815-1864), The Mathematical Análisis of Logic, being an essay towards a calculus of
deductive reasoning.
Es el mismo autor el que hace esta
declaración de intenciones: Quienes estén familiarizados con el estado actual
del álgebra simbólica, saben bien que la validez de los procedimientos de
análisis no depende de la interpretación de los signos que se emplean, sino
exclusivamente de las leyes para su combinación. Cualquier sistema de
interpretación que deje intacta la verdad de las relaciones presupuestas por
ese procedimiento es igualmente legítimo... sin embargo, el pleno
reconocimiento de las consecuencias de esta importante doctrina fue retrasado
por circunstancias secundarias en cierta medida...
La expresión de magnitudes o de
operaciones referentes a magnitudes ha sido el objetivo declarado para el que han
sido inventados los símbolos del análisis y estudiadas sus leyes. De este modo
las abstracciones del análisis moderno han estimulado, no menos que los
diagramas intuitivos de la geometría antigua, la convicción de que la
matemática es, en principio y no sólo de hecho, la ciencia de la magnitud...
(En cambio) nosotros estamos en condiciones de dar precisamente como
característica definitoria de cálculo la de que es un método basado en el uso
de símbolos, cuyas leyes de combinación son conocidas y generales y cuyos
resultados permiten una interpretación exenta de contradicciones...Sobre este
principio general es sobre lo que yo me propongo construir el cálculo de la
lógica y reclamo para él un lugar entre las formas reconocidas de análisis
matemático, independientemente del hecho de que tal cálculo deba, por ahora,
apartarse de ellas espontáneamente en todo lo referente a su objeto y sus instrumentos.
Hacia 1854, Boole pudo publicar An
Investigation of the Laws of Thought en donde desarrolla las reglas sistemáticas para expresar y manipular
problemas lógicos cuyos argumentos admiten dos estados (verdadero, falso). Uno
de los acontecimientos que habían empujado al estudio del Álgebra abstracta,
tal como fue planteada por Peacock, fue el descubrimiento de limitaciones
importantes en la resolución de ecuaciones de quinto grado, realizado por N.
Abel (1802-1829) y otros, estableciendo la imposibilidad de su resolución por
los métodos ordinarios que habitualmente servían para la resolución de las
ecuaciones polinómicas de menor grado (radicales).
Hasta entonces se pensaba que la
resolución de ecuaciones de grado superior al cuarto se obtendría
rutinariamente en el futuro, por radicales, considerándose que el proceso de
avance del conocimiento futuro estaría de acuerdo con el conocimiento
especializado de la época. Pero al igual que ocurriría en otras ramas de la
ciencia, y por causas diferentes, estas creencias quedaron desbaratadas por los
descubrimientos realizado en los años siguientes. En el caso del Álgebra, por
los mismos avances de la Lógica Matemática.
En particular, Evariste Galois
(1811-1832) concibe la idea de Grupo, analizando algunas propiedades
principales. Desde la muerte de Abel y Galois fueron elaboradas álgebras de
vectores y de matrices, que se añadieron a la Teoría de Grupos como ramas
centrales del Álgebra abstracta.
A partir de 1840 se desarrolla el
álgebra de magnitudes que actúan en una dirección, o álgebra vectorial,
elaborada principalmente por William Rowlan Hamilton (1805-1865) y por Herman
Grossman (1809-1877), entre otros. Se debe en particular a Grossman el primer
ensayo de álgebra lineal y la aparición del concepto de espacio vectorial. En
el álgebra vectorial no se verifican las leyes de conmutatividad y
asociatividad del producto en general, aunque si otras leyes como la
distribución con respecto a la suma de entidades vectoriales.
En la década siguiente, 1850-1860,
apareció el álgebra matricial de Sir Arthur Cayley (1821-1895). Se trata del
álgebra de tablas de m filas y n columnas, es decir, de tablas conteniendo mxn
números. En esta álgebra existen otros tipos de limitaciones a la valides de
las propiedades de las operaciones. Así, no es posible la multiplicación de la
tabla A por la tabla B, salvo que el número de filas de A coincida con el
número de columnas de B, no verificándose, obviamente, la conmutatividad del
producto de tablas multiplicables.
En definitiva, aparecieron nuevas
álgebras o parcelas en las que las antiguas leyes de conmutatividad,
asociatividad, simplificación, etc., aunque habían sido tenidas desde siempre
como incuestionablemente ciertas, dejaron de ser válidas, dejaban de funcionar
en las nuevas álgebras. Resultó este hecho de enorme importancia para que se
comprendiera y asumiera la necesidad absoluta de establecer en cada álgebra los
puntos de partida y las reglas a usar en su desarrollo.
Resultó evidente, por una parte, que la
valides de una ley dependería del campo o parcela sobre el cual se aplicase, y,
por otra parte, también resultó claro que se podrían establecer y diseñar otros
campos o álgebras, además de las estructuras numéricas clásicas. Los cambios
progresivos en la concepción general del álgebra que se sucedieron a un fuerte
ritmo en los cien años que hemos indicado, ejercieron una gran influencia en el
contexto general de la matemática. Un claro ejemplo de ello es la forma en que
las nuevas ideas de estructuración algebráica inluyeron en F.W. Schroeder
(1841-1902) y A. Whitehead (1861-1947), para construir su Álgebra de la Lógica,
mediante una exposición deductiva de signos y procesos propios del Álgebra
abstracta.
EL ÁLGEBRA
1.
El álgebra es la rama de
las matemáticas en las que se utilizan letras para representar relaciones
aritméticas.
2.
El álgebra utiliza
operaciones fundamentales como lo son la adición, la sustracción, multiplicación, división y
cálculo de raíces.
3.
El Teorema de Pitágoras
dice que en un triángulo rectángulo el área del cuadrado cuyos lados son iguales a la
hipotenusa, es igual a la suma de las áreas de los cuadrados
cuyos lados son iguales a los catetos.
4.
El álgebra clásica se
ocupa de resolver ecuaciones y utiliza símbolos en vez de números
específicos y operaciones aritméticas para determinar cómo usar
dichos símbolos.
5.
El álgebra ha
evolucionado desde el álgebra clásica, al poner más atención a las estructuras
matemáticas.
6.
Los matemáticos
consideran el álgebra como un conjunto de reglas que los conectan o
relacionan.
7.
La historia del álgebra
como en general de la matemática comenzó en el antiguo Egipto y
Babilonia.
8.
Los egipcios y los
babilonios fueron capaces de resolver ecuaciones lineales y cuadráticas,
así como ecuaciones indeterminadas con varias incógnitas.
9.
Los matemáticos
alejandrinos Herón y Diofanto continuaron con la tradición de los
egipcios y los babilonios.
10.
Diofanto escribió el
Libro Las Aritméticas. Este libro fue muy avanzado y presentó muchas soluciones
sorprendentes para ecuaciones indeterminadas difíciles.
11.
La sabiduría sobre la
solución de ecuaciones en el mundo islámico se llamó "Ciencia de Reducción
y equilibrio.
12.
La palabra álgebra se originó de la palabra árabe "al -
jabru", que significa "reducción".
13.
Los matemáticos árabes
en la edad media fueron capaces de describir cualquier potencia de la
incógnita x, y desarrollaron el álgebra fundamental de los polinomios,
aunque sin usar los símbolos modernos.
14.
El álgebra fundamental
de los polinomios incluía multiplicar, dividir y extraer raíces cuadradas
en polinomios, así como el conocimiento del teorema del binomio.
15.
A principios del siglo
XIII el matemático Leonardo Fibonacci encontró una aproximación
cercana a la solución de la ecuación cúbica x3 + 2>x2 + cx = d.
Se dice que utilizó el método arábigo de aproximaciones sucesivas, pues
había viajado a países árabes.
16.
A principios del siglo
XVI los matemáticos Scipione del Ferro, Tartaglia y Gerolamo
Cardano resolvieron la ecuación cúbica general en función de las
constantes que aparecen en la ecuación.
17.
Ludovico Ferrari fue
alumno de Cardano, encontró la solución exacta para la ecuación de cuarto
grado y, por ello, ciertos matemáticos de los siglos posteriores
intentaron encontrar la fórmula de las raíces de las ecuaciones de
quintogrado y superior. Pero a principios del siglo XIX el matemático noruego
Niels Abel y el francés Évariste Galois demostraron la
inexistencia de dicha fórmula.
18.
Un avance importante en
el álgebra en el siglo XVI fue la introducción símbolos para las
incógnitas y para las operaciones algebraicas.
19.
El matemático y filósofo
francés René Descartes, escribió el Libro III de la Geometría.
20.
La contribución más
grande de Descartes a las matemáticas fue el descubrimiento de la
geometría analítica, que reduce la resolución de problemas
algebraicos.
21.
El libro de Descartes
contiene los fundamentos de un curso de teoría de ecuaciones, incluyendo lo que
el propio Descartes llamó la regla de los signos para contar el número
de raíces verdaderas (positivas) y falsas (negativas) de una ecuación
22.
El matemático alemán
Carl Friedrich Gauss, en 1799, publicó la demostración de que toda
ecuación polinómica tiene al menos una raíz en el plano de los números
complejos.
23.
El cambio que hubo del
álgebra clásica al álgebra moderna fue que el foco de atención se
trasladó de las ecuaciones polinómicas al estudio de la estructura de
sistemas matemáticos abstractos, cuyos axiomas estaban basados en el
comportamiento de objetos matemáticos, como los números complejos, que
los matemáticos habían encontrado al estudiar las ecuaciones polinómicas.
24.
Dos ejemplos de los
grupos de sistemas matemáticos abstractos son los grupos y las cuaternas,
que comparten algunas de las propiedades de los sistemas numéricos, aunque
también difieren de ellos de manera sustancial.
25.
Estos grupos comenzaron
como sistemas de permutaciones y combinaciones de las raíces de polinomios,
pero evolucionaron para llegar a ser uno de los más grandes conceptos unificadores
de las matemáticas en el siglo XIX
26.
Los matemáticos
franceses Galois y Augustin Cauchi, el británico Arthur Cayley y
los noruegos Niels Abel y Sophus Lie hicieron importantes
contribuciones al estudio de los sistemas matemáticos abstractos
27.
El descubridor de las
cuaternas fue el matemático y astrónomo irlandés William Rowan
Hamilton, quien desarrolló la aritmética de los números complejos para las cuatreñas.
28.
El físico estadounidense
J. W. Gibbs encontró en el álgebra vectorial un sistema de gran utilidad para
los físicos, del mismo modo que Hamilton lo había hecho con las cuaternas.
29.
George Boole,
influenciado por el enfoque abstracto del álgebra, escribió una
investigación sobre las leyes del pensamiento, un tratamiento algebraico
de la lógica básica.
30.
Al álgebra moderna se le
llama también álgebra abstracta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario